Singapur en día y medio

Singapur es, bajo mi punto de vista, una de las mejores alternativas para iniciar un viaje por el sudeste asiático. Numerosos vuelos llegan a su aeropuerto internacional, uno de los más espectaculares y transitados del mundo, ofreciendo muy buenas conexiones con el resto del continente. El origen multirracial de esta Ciudad-Estado le confiere ese carácter tan especial que se ve reflejado en sus tres barrios étnicos: el barrio árabe, Little India y China Town. Asimismo, Singapur es una ciudad llena de fuertes contrastes, pues los curiosos olores e intensos colores de estas ruidosas calles, se suceden con grandes avenidas ocupadas por imponentes y originales rascacielos, salpicadas con cuidados parques y jardines. También en sus calles se siguen apreciando vestigios de su época colonial, un buen ejemplo de ello es el famoso hotel Raffles, ya que durante más de un siglo Singapur perteneció a la corona británica. De hecho, el inglés se ha mantenido como uno de los idiomas oficiales del país, junto con el malayo, chino y tamil.

Debido a su situación privilegiada en la entrada al estrecho de Malaca, Singapur se encuentra en el camino de las grandes rutas comerciales entre China, India, Australia y Europa. Posee el segundo puerto en importancia mundial y el tercer mayor centro financiero, por lo que está considerada uno de los núcleos neurálgicos del comercio global formando parte de los 4 tigres o dragones asiáticos. A pesar de su pequeño tamaño, es un país multirracial con una cultura muy diversa y con un fuerte carácter internacional. Aunque gran parte de su población es china, casi un tercio de los habitantes de Singapur son extranjeros, mayoritariamente malayos, hindúes y euroasiáticos. A pesar de esta heterogeneidad de población, Singapur es una ciudad muy tranquila, segura, ordenada y moderna.

Si aterrizas en Singapur como escala de un viaje a otras regiones del sudeste asiático como Indonesia o Malasia, te sugiero que al menos le dediques un par de noches a la ciudad, no te arrepentirás. Es cierto que no es mucho tiempo, pero sí el suficiente para recorrer sus peculiares barrios étnicos, impresionarte con sus magníficos rascacielos y descubrir su animada vida nocturna.

Yo aterricé en Singapur como escala de mi viaje a Bali y creo que la combinación resultó perfecta, pasando de la cosmopolita, a la par que diversa Singapur, a la tradicional y paradisiaca Bali. En la ciudad de los leones, origen del nombre de Singapur, pasé una tarde y un día entero, dos noches en total. Aunque me hubiera gustado poder ver más cosas me llevé muy buena impresión y no descarto en absoluto regresar en el futuro.

He de avisaros que Singapur no es un barato, especialmente si lo comparamos con sus países vecinos, como Indonesia. Sin embargo, como en cualquier ciudad grande, podremos encontrar alternativas tanto de alojamiento como de restauración con un amplio rango de presupuestos.

Qué ver en Singapur en día y medio

Si, como yo, dispones de una tarde y un día entero en esta ciudad, te recomendaría alojarte en un hotel del barrio de Clarke Quay, podrás llegar caminando a casi cualquier parte y ofrece una amplia variedad de bares y restaurantes con terraza al lado del río donde podrás cenar o tomarte una copa escuchando música en directo.

Te propongo aprovechar tu primera tarde en la ciudad haciendo un pequeño crucero por el río Singapur, de este modo conocerás la parte más moderna de la urbe y con suerte podrás ver el espectáculo de luces sobre el agua que hacen frente al Marina Bay Sands. De vuelta al muelle puedes dar un paseo por la zona, mezclarte con la gente local y sentarte sobre el puente a escuchar alguno de los grupos musicales espontáneos, o caminar tranquilamente por la orilla del río y terminar probando bocado en alguna de sus apetecibles terrazas. Rosso Vino es una buena alternativa, se trata de un restaurante italiano bastante bueno situado en una zona más tranquila,pero es necesario llegar pronto o reservar si quieres conseguir una mesa en el exterior.

Para tu segundo día, ponte un calzado cómodo pues te espera un día intenso. No olvides coger algo de abrigo para evitar resfriados con las exageradamente bajas temperaturas que encontraréis en el interior de los establecimientos. En Singapur las temperaturas son bastante altas durante todo el año, con unas máximas rondando los 33º y unas mínimas de 25º con un elevadísimo porcentaje de humedad. Además, aunque estés fuera de la época de monzones, podrás sufrir algún chaparrón tan breve como intenso, por lo que conviene ir preparado.

Te sugiero dedicar la mañana a “patear” los 3 barrios étnicos. Puedes coger un autobús o el metro para llegar al barrio árabe, nuestra primera parada. Ten en cuenta que en los medios de transporte no suelen disponer de cambio, por lo que procura llevar siempre moneda pequeña. Si te alojas en Clarke Quay, dispones de varias líneas de autobús que en unos 15 minutos y sin necesidad de transbordo te acercan a este barrio. Paséate tranquilamente por sus calles principales: Arab Street, Muscat Street, Baghdad Street y Bussarah mall; piérdete por los pequeños callejones que esconden impactantes murales y encantadoras cafeterías. Disfruta del ambiente bohemio de la zona, donde se alternan calles decadentes con otras más prósperas repletas de pequeños comercios de todo tipo, donde encontrarás desde alfombras, telas, perfumes hasta curiosas barberías y estudios de tatuajes. También podrás entrar en el interior de la mezquita del Sultán, una de las más bonitas que he visto, no tanto por su grandiosidad sino por la suavidad de sus formas y su cúpula dorada. Aunque es cierto que su interior no dice mucho, su exterior evoca los cuentos de las mil y una noches.

Os recuerdo que para entrar tanto en las mezquitas como en los templos hindúes es necesario llevar cubiertos piernas y hombros, por lo que os recomiendo llevar ropa adecuada y algún pañuelo para cubriros si queréis evitar poneros el sayón, no especialmente limpio, que te facilitan en la entrada si no vas apropiado. Estas estrictas normas de vestimenta afectan a hombres y mujeres, no permitiéndose la entrada a estos recintos con pantalón corto ni camiseta de tirantes o sin mangas, ni con faldas o vestidos cortos. También en estos templos debes entrar descalzo como muestra de respeto. En la mezquita no tendréis problema porque la mantienen muy limpia, pero para entrar en los templos hindúes… seguramente agradeceréis llevar unos calcetines. El suelo está muy sucio, hay restos de comida, de ofrendas, charcos turbios dejados por aquellos creyentes que han decidido purificarse en los lavaderos de la entrada y han olvidado secarse…

Volviendo al barrio árabe, además de la mezquita, podréis visitar la puerta y el palacio del sultán. Yo los vi sólo por fuera por falta de tiempo, por lo que había leído es más bonito su exterior y no siempre se puede llegar a todo…  pero si disponéis de más tiempo seguramente sea una visita interesante.

Del barrio árabe se puede llegar al barrio hindú dando un paseo ( está a unos 20 minutos aproximadamente). Apreciarás inmediatamente que has entrado en Little India por el cambio de olores, colores y ruidos que se pueden advertir en sus calles. Se transforman las vestimentas de los vecinos, pues muchos llevan trajes tradicionales, adornan los escaparates con telas y sus peculiares joyerías están presentes en prácticamente todas sus calles.

El templo más representativo e importante de este barrio es Sri Veeramakaliamman. En mi caso, fue la primera vez que visitaba un templo de creencia hindú y, ciertamente, no me dejó indiferente. Me impresionó mucho su peculiar colorido, la multitud y diversidad de ofrendas dejadas por los fieles, el barullo de la gente que se agrupa para charlar o incluso comer sentados en el suelo contrastando fuertemente con la serenidad y paz que suele esperarse de un templo de oración y, me impactó especialmente, la crueldad de las imágenes de sus dioses.

Asimismo, Little India destaca por sus centros comerciales, los más conocidos son Tekka Centre, Little India Arcade y Mustafa Centre (abierto 24h). Con el poco tiempo del que disponía en Singapur no quise pasarlo en centros comerciales, pero si que entré a curiosear unos minutos en uno que encontramos de camino a nuestra siguiente parada: el famoso hotel Raffles. He de decir que estos centros comerciales son más bien bazares de tiendecitas familiares donde puedes encontrar prácticamente de todo a precios bastante competitivos. De hecho, si necesitas cambiar divisas, en estos locales encontrarás las menores comisiones.

Siguiendo la ruta, tras la breve inmersión por los barrios de la pequeña India, te sugiero hacer una paradita estratégica en el Hotel Raffles, a medio camino hacia Chinatown, y probar su archiconocido cocktail Singapur Sling. He de avisaros que el cocktail no es barato pero sentarte un rato a descansar fresquito en la casa colonial donde esta situado el hotel vale la pena, y el cocktail además está muy bueno. En contraste con la seriedad y disciplina exigida en cuanto al orden y limpieza de las calles de esta ciudad (hay muchísimas prohibiciones, entre ellas mascar chicle por la calle y, por supuesto, fumar en zonas no habilitadas para ello aunque estés al aire libre), en este bar te encontrarás una bolsa de rafia llena de cacahuetes en cada mesa sin ningún recipiente para desechar las cáscaras, pues lo típico de allí es tirarlas al suelo.

Tras la paradita técnica para reponer energías continúa caminando hacia el barrio chino. Pasea tranquilamente por sus calles, deambula por la famosa Pagoda Street y si tienes curiosidad y, sobre todo paciencia, puedes probar el primer puesto callejero galardonado con una estrella Michelín, el Hong Kong Soya Sauce, Chicken, Rice & Noodle. Lo cierto es que, tras ganar dicha estrella el dueño trasladó su pequeño negocio callejero a un local amplio perdiendo su encanto genuino y pareciéndose más a una cadena de comida rápida. Como su nombre indica no hay mucha variedad de comida: pollo, cerdo, arroz y noodles en diferentes presentaciones. A mi particularmente, como novedad no me pareció mal pero mentiría si dijera que fue espectacular. Yo creo que al hacerlo tan comercial y tener tanta demanda ha perdido gran parte de su esencia. De hecho, los noodles estaban buenos pero el arroz lo encontramos un poco apelmazado, seguramente por hacerlo en tan grandes cantidades..

Si quieres darte una vuelta para bajar la comida, este barrio tiene varias cosas interesantes para visitar; Thian Hock Kong Temple, el templo chino más antiguo e importante de Singapur; Singapur City Gallery, cuya entrada es gratuita y se donde se muestra en maquetas la historia y evolución de la ciudad; Buda Tooth Relic Temple; Sri Mariamman Temple, que fue el primer templo hinduista de la ciudad; las mezquitas Jamae y Al Abrar; y el mercado Telok Ayer considerado un centro gastronómico donde podéis comer si la idea de la estrella Michelín no os ha conquistado 😉

De estas propuestas la verdad es que no puedo comentaros nada porque, a pesar de encontrarse en mi hoja de ruta, decidimos volver al hotel a refrescarnos un poco y descansar. Lo necesitábamos después de la cola que tuvimos que hacer para probar la estrella Michelín, del estrés para conseguir sentarnos y acabar comiendo apelotonadas e incrustadas en medio de una familia china con la que compartíamos mesa.

Tras la intensa mañana recorriendo los tres barrios más auténticos de la ciudad, y una parada para comer y descansar un poco, dirígete hacia el Marina Bay Sands. Puedes llegar hasta este inconfundible hotel en taxi, taxi acuático, o dando un agradable paseo por la orilla del rio que, si bien no es corto, te ofrece las mejores panorámicas de la zona.

Además, caminando pasarás por famoso mirador donde se encuentra el Merlión, el distintivo de la ciudad, una escultura medio león medio pez que se encuentra en la orilla opuesta al Marina Bay Sands. Como curiosidad, el nombre de Merlion deriva de Mer (relativo al mar por tratarse en el origen de la ciudad de un pueblo de pescadores) y lion (león por el nombre original que tenia la ciudad de Singapur, “singapura”, que significa león ciudad en sánscrito y malayo). Además podrás admirar la impresionante arquitectura de esta parte más moderna de la ciudad con sus inmensos y originales rascacielos, muchos de los cuales integran terrazas florales, aportando a sus calles un aspecto limpio y sostenible. Como podréis apreciar, Singapur es una ciudad muy concienciada con el medio ambiente y se nota en sus calles, edificios y en los cuidados parques y jardines.

Siguiendo el paseo llegareis a un centro comercial enorme que es necesario atravesar para acceder al hotel. Seguramente os sonará este hotel porque tiene una de las piscinas desbordantes más impresionantes del mundo, aunque desgraciadamente está solo disponible para clientes del hotel y los precios, como os podéis imaginar, no están al alcance de todos los bolsillos. La subida a la azotea no es barata, unos 15€ por persona, pero sin duda vale la pena puesto que las vistas son increíbles. En el mirador también hay un bar con acceso al público y un restaurante en el que es necesario reservar con antelación. Desde allí puedes ver el puerto, las luces de los numerosos barcos cargueros que se encuentran esperando permiso de entrada, el impresionante jardín botánico con sus enormes columnas iluminadas, los invernaderos, y toda la ciudad desde arriba. Si tienes poco tiempo es una buena manera de hacerte una idea de todo lo que te queda pendiente en Singapur para una futura visita.

 

Como os comentaré al final del post, en información práctica, las entradas pueden comprarse en el momento pero si quieres evitar colas puedes adquirirlas con antelación vía online. En el centro comercial adyacente encontrareis una zona muy animada con una amplia oferta de bares y restaurantes, por si después de la visita os da pereza trasladaros para cenar. Si preferís volver a Clarke Quay o investigar los restaurantes del barrio chino, en la misma puerta del hotel hay una parada de taxis.

Obviamente, Singapur abarca mucho más de lo que podréis ver siguiendo este recorrido, pero creo que es un buen comienzo para conocer al menos los puntos más representativos de la ciudad. Si disponéis de algo más de tiempo valdría la pena visitar el jardín botánico, no sólo por su gran diversidad natural sino también por su diseño vanguardista. Si tenéis algún día más y viajáis en familia, acercaos a la isla Sentosa, podréis disfrutar de sus playas, y de sus magníficas vistas ya que es el punto más al sur del continente asiático. También es el principal lugar de esparcimiento de los singapurenses disponiendo además de diferentes atracciones como un museo interactivo, una torre de observación giratoria, un parque de mariposas e insectos, un gran acuario o un fuerte restaurado de la segunda guerra mundial.

 

Información práctica para viajar a Singapur

Visados:

Para entrar en Singapur no hace falta solicitar ningún visado siempre y cuando el periodo de permanencia en el país sea inferior a 30 días. Es imprescindible tener el pasaporte en vigor al menos hasta 6 meses después del inicio del viaje.

Traslados desde el aeropuerto:

En cuanto al transporte, Singapur es una ciudad muy bien organizada con una buena red de metro y de autobuses públicos. Los taxis son muy seguros, con el precio establecido por el taxímetro, de forma que no tienes que ir regateando. Los precios son justos.

Para llegar al centro desde el aeropuerto hay varias opciones:

El metro llega hasta el aeropuerto y con algún transbordo puedes llegar a casi cualquier parte de la ciudad. El horario del metro generalmente es de 5.30-0.30h, pasa con una frecuencia de unos 2,5-10 minutos y cuesta entre 1 y 3 dólares singapurenses (SGD)

Otra opción si no quieres ir dando tumbos nada más llegar de un vuelo largo subiendo y bajando maletas es el bus oficial del aeropuerto. Se puede contratar previamente online en el siguiente enlace:

https://www.wtstravel.com.sg/index.php/singapore-airport-transfer

Cuesta unos 6€/persona y te deja en la misma puerta de casi cualquier hotel de la ciudad (en la misma página hay un listado de los hoteles incluidos). Viene bien porque al pagarlo previamente vía online no te hace falta cambiar divisas nada más llegar al aeropuerto y puedes esperarte a llegar a la ciudad y buscar una casa de cambio con menor comisión. Al llegar al aeropuerto hay que acercarse al mostrador con el rótulo “ Ground Transport Desk” que está en el mismo hall de llegadas. Es imprescindible llevar impresa la reserva. En el momento llegas te dan una pegatina y sueles esperar unos 10 minutos hasta que llega el minibus. Lo que tarde en dejarte en el hotel dependerá de la gente a la que lleve, para la zona de Quay Clark suele tardar alrededor de 45 minutos. Aparte del mini bus, a través de la página web del aeropuerto pueden reservarse también limusinas, coches de lujo o transporte para grupos.

El taxi también es buena opción y si viajáis varios sale muy bien de precio. Los precios de los taxis varían en función de las horas del día, teniendo suplementos por hora punta, tarifa nocturna y según distritos.

El precio del taxi para un trayecto dentro de la ciudad ronda entre 5-10 SGD. El suplemento de hora punta es de un 35% y se aplica de lunes a viernes de 7-9.30h y de lunes a sábado de 17-20h. Para llegar al distrito financiero también hay un suplemento de 3SGD de lunes a viernes de 17-24h, al igual que para ir al hotel Marina Bay Sands que también es de 3SGD a cualquier hora. Los suplementos al aeropuerto son de 3SGD en cualquier horario excepto de lunes a viernes de 17-24h que son 5SGD. Todo esto parece mucho embrollo pero por la ciudad no llegamos a pagar más de 7SGD (unos 4,5€) por trayecto y al aeropuerto pagamos unos 35 SGD a pesar de ir de noche. Lo que si es importante saber, si vuestro vuelo sale temprano y por ejemplo tenéis que coger el taxi a las 4am, es que vale la pena bajar un poco antes y que os pidan el taxi (que a esas horas tarda unos 10-15min en acudir al hotel), ya que si lo reservas la noche de antes te cobran 10SGD más. El trayecto en taxi al aeropuerto suele ser de algo menos de 30 minutos sin tráfico, pero conviene siempre ir con tiempo.

Hotel:

Como os he comentado en el post, Singapur no es una ciudad barata, sin embargo tiene una vasta oferta de alojamientos que se adapta a todo tipo de bolsillos. Yo elegí la zona de Clarke Quay por su localización, ya que prácticamente puedes llegar andando a las principales zonas de interés turístico teniendo además la agradable y animada zona del muelle a un paso. Los precios en esta zona no son los más baratos pero tampoco los más caros. Yo me alojé en el hotel Park Regis Singapur, todo un acierto en cuanto a localización, ya que además de lo comentado anteriormente tiene a un paso paradas de metro y autobús. Sus habitaciones son modernas, cómodas y funcionales y tiene una piscina muy agradable. Dispone de wifi y en la habitación encontrarás un móvil con internet que puedes utilizar incluso fuera del hotel durante tu estancia en Singapur. En las fechas en las que fuimos pagamos alrededor de 150€ por noche en habitación doble. Es importante tener en cuenta a la hora de reservar, que en Singapur los precios de las habitaciones no incluyen el 7% de impuestos ni el 10% de cargos por servicio. En la mayoría de hoteles además te bloquean una considerable suma de dinero para asegurarse de que no vas a irte sin pagar los gastos ocasionados. Esto supone un inconveniente especialmente si te encuentras en el inicio de tu viaje puesto que no te aseguran desbloquearlo hasta una semana después de tu marcha, inutilizando parte de tu tarjeta a no ser que tengas el límite bastante elevado. Hablando con recepción conseguí averiguar que si pagas toda la estancia el primer día solo te bloquean 100 SGD por habitación, ahorrándote los inconvenientes anteriormente mencionados. En nuestro caso, el desayuno en el hotel no estaba incluido y el precio me pareció desproporcionado, si os hayáis en la misma situación, encontrareis un Starbucks a menos de 5 minutos justo enfrente de una parada de autobús. Este hotel, además, ofrece servicio de alquiler de bicicletas, conserje 24 horas y servicio de cambio de divisas.

Pocket wifi:

Como ya os he comentado en anteriores posts, siempre que es posible contrato un pocket wifi cuando viajo a zonas sin roaming gratuito. He de reconocer que la orientación no es uno de mis puntos fuertes y tener acceso al gps del móvil me da mucha tranquilidad, especialmente en los países donde ni siquiera el nombre de las calles se encuentran escritos con caracteres occidentales. Resulta además muy cómodo cuando necesitas contactar con hoteles o confirmar vuelos. Es cierto que Singapur es una ciudad muy avanzada donde puedes encontrar puntos de acceso wifi muy fácilmente. También algunos hoteles, como el que me alojé, te facilitan un dispositivo con internet para poder moverte por la ciudad. Pero realmente el pocket wifi, a pesar de ser más caro que en otros países, nos costó 20 € en total los dos días y servía para 10 dispositivos diferentes.

Cambio de divisa:

En Singapur es fácil cambiar dinero. Puedes hacerlo de forma segura en el aeropuerto, en casas de cambio e incluso en los hoteles. Las casas de cambio con menores comisiones suelen estar regentadas por hindúes y situadas en los centros comerciales.

Adaptador de electricidad:

En Singapur el voltaje de 220-240 por lo que es necesario llevar un conversor con enchufe de 3 patas como el de Inglaterra.

Horarios y entradas:

Los tickets para los recorridos en barco por el río Singapur se obtienen en el Clarke Quay Counter que se encuentra en los muelles de Raffles Landing Site. El paseo dura unos 40 minutos, cuesta unos 16€ en cualquier horario excepto a las 19:30 y a las 20:30 que coincide con un espectáculo de luces en el Marina Sands Bay y cobran 25€. Algunos barcos también ofrecen cenas abordo pero como no era nuestro plan no averigüé más sobre ello.

El horario de visita de la Mezquita del Sultán es de 9-13h y de 14-16h, todos los días excepto los viernes que el horario es de 14:30-16h. El acceso es gratuito.

El templo hindú Sri Veeramakaliamman cierra de 12:15 a 16h todos los días. Es un templo con una gran afluencia de visitas, las horas menos transitadas suelen ser a las 8, 12, 18:30 o 21h. Yo llegué a las 11:30 y pude visitarlo concurrido pero sin grandes aglomeraciones. Su acceso también es gratuito.

El horario del bar and billiard room del Hotel Raffles donde crearon y siguen sirviendo el auténtico cockatail Singapur Sling, es de domingo a jueves de 11-0.30h y viernes y sábado de 11 a 1.30.

El famoso puesto callejero galardonado con estrella Michelín Hong Kong Soya Sauce, Chicken, Rice & Noodle se encuentra ahora en el número 78 de Smith Street en Chinatown siendo su horario de apertura de lunes a sábado de 11 a 21h.

La Singapur City Gallery, localizada también el Chinatown, muestra una selección de maquetas sobre la historia y el desarrollo de la ciudad. Su entrada es gratuita y permanece abierta de lunes a sábado de 9-17h.

Puedes evitar la importante cola para acceder a la azotea del famoso Marina Bay Sands adquiriendo las entradas previamente vía online en la página oficial del hotel. La entrada tiene un coste de 15 euros aproximadamente por persona, y aunque no ofrecen descuentos por compra anticipada si os podéis evitar un buen plantón de espera. No es necesario llevar impreso el ticket, basta con mostrar el mail con el código en la entrada y después de subir en el ascensor.

 

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