Uno de los destinos que más me han impactado y que sin duda no me importaría volver a visitar es Japón. A pesar de estar en el país solo tan solo una semana (bastante intensa, por cierto) volví con la mayor sensación de desconexión que he tenido al regresar de vacaciones. Todo es tan diferente a lo que estamos habituados que sin darte cuenta acabas actuando como un japonés que visita Europa, haciendo mil fotos por minuto a cualquier cosa (baños, comida, carteles, supermercados, tiendas, restaurantes….). Es cierto que en bastantes ocasiones la comunicación es complicada y pasas algún que otro momento de estrés puesto que no hablan tanto inglés como imaginamos, pero su gente es tan amable que con un poco de ganas y paciencia acabas solucionándolo y todo queda en divertidos anécdotas. Debido a la lejanía y a la dificultad del idioma a mucha gente le da respeto organizar un viaje a Japón por libre. Sin embargo, es bastante sencillo, puedes reservar prácticamente todo previamente online aunque conviene tener en cuenta algunas cosas que pueden facilitarte el viaje. Con este objetivo os dejo este post donde os comparto recomendaciones para la planificación del viaje y curiosidades e información útil para cuando estéis allí.
Recomendaciones para la organización del viaje
Índice
Reserva de vuelos
Todo viaje empieza con la reserva de vuelos. En ese momento la ilusión se convierte en realidad y ya podemos empezar a pensar como organizar nuestros días, distribuyéndolos según lo que queramos ver en cada lugar. Para aprovechar al máximo vuestro viaje, yo os recomendaría seleccionar diferentes aeropuertos para la ida y la vuelta, de esta forma no perderéis tanto tiempo en trenes. En nuestro viaje, volamos a Osaka y volvimos desde Tokyo, viajando en tren entre las distintas ciudades que visitamos.
El vuelo, como siempre, lo reservé a través del portal de skyscanner. Volamos con Air France haciendo escala en París tanto en la ida como en la vuelta. Os aconsejo que cuando elijáis vuestro vuelo os fijéis en la duración de las escalas, especialmente en vuelos intercontinentales con escala en Europa, si voláis en meses de vacaciones y desde aeropuertos con alta afluencia de viajeros. Te hacen pasar diversos controles de pasaporte y suelen formarse colas bastante largas.
Siguiendo el lema del blog, de grandes viajes en poco tiempo, nuestro viaje a Japón fue bastante relámpago. Salimos de España un sábado por la mañana y llegamos a casa el domingo siguiente. En total 7 noches fuera recorriendo 3 de las principales ciudades niponas y muchos templos y lugares especiales de sus alrededores. Por supuesto, nos quedaron mil cosas pendientes pero disfrutamos muchísimo el viaje y volvimos con la sensación de haberlo exprimido al máximo. Por supuesto la compañía hace mucho, y en este caso viajé con una gran amiga y una de mis mejores compañeras de aventuras. Os advierto que este viaje no es fácil si, como nosotras, lo organizas por tu cuenta, y en no pocas ocasiones el cansancio, el calor y el hambre hacen mella. Por eso os recomiendo elegir bien a vuestros acompañantes y poder tomaros las adversidades con deportividad y humor sin desgastar la convivencia.
A continuación os dejo mi cronograma del viaje. Nosotras estuvimos un total de 8 días y 7 noches saliendo un sábado y llegando a España el siguiente domingo. Pasamos una noche en Osaka, 3 en Kyoto y 3 en Tokyo.
Japan Rail Pass
Una vez planificada nuestra ruta, el siguiente paso será comprar el Japan Rail Pass, un bono de trenes para moverte de forma más económica por el país, que está disponible únicamente para extranjeros (o japoneses que vivan fuera del país). Se adquiere vía online y te lo envían a casa por correo postal. Es importante comprarlo con tiempo para que nos llegue antes de iniciar el viaje. De todas formas, si os habéis despistado y vais justos de tiempo, también os dan la opción de enviarlo al hotel donde os vayáis a alojar en el país nipón. Desde el año pasado además han incorporado algún punto de venta en aeropuertos japoneses, pero aún no están muy extendidos así que mi consejo es llevarlo desde aquí.
Una vez lleguéis necesitaréis activar el pase en cualquier aeropuerto o estación de trenes. El Japan Rail Pass aunque no nos parezca barato sale muy rentable, ya que el transporte en Japón es bastante caro, y por poco más de lo que os costaría un trayecto de tren bala (shinkansen) puedes coger todos los trenes (exceptuando algún shinkansen específico) y autobuses de la compañía JR, que es la más importante del país, así como también la línea de metro circular de Osaka y la línea Yamanote de Tokyo. Para que os hagáis una idea de los precios, a nosotras nos costó unos 233€ cada una para 7 días (224€ + gastos de envío). Nosotras lo activamos nada más llegar para poder aprovecharlo incluso para el trayecto del aeropuerto al centro de Osaka. Nos sirvió todos los días del viaje, exceptuando el último, que ya nos había caducado, pero lo teníamos calculado para solo tener que comprar el billete de bus al aeropuerto de vuelta que salía a primera hora de la mañana. Si vais a estar más días, conviene que estudiéis bien los transportes que vais a necesitar por si os interesa cogerlo de mayor duración, o activarlo un poco más tarde. Los pases disponibles son de 7 (224€), 14 (358€) y 21 días (458€).
Pocket Wifi
Para mí el gran descubrimiento del viaje fue este pequeño aparatito que sirve para disfrutar de wifi para varios dispositivos en cualquier lugar. Especialmente en este viaje me pareció indispensable para orientarnos ya que en las calles de Japón no encuentras prácticamente ninguna indicación escrita con caracteres occidentales. Si vais en verano, no os preocupéis si de vez en cuando se apaga a pesar de tener suficiente batería, sucede cuando alcanza altas temperaturas (yo fui en julio y en determinadas zonas hacia un calor abrasador), pero solo hace falta reiniciarlo para que vuelva a funcionar perfectamente.
El pocket wifi se solicita online, encontrareis varias webs que los ofrecen, por comodidad nosotras lo reservamos a través de la misma página web del Japan Rail Pass. Al comprarlo te piden los datos de tu llegada al aeropuerto para enviártelo a la oficina de correos del mismo. También tienes la opción de recibirlo en el hotel, pero en nuestro caso fue muy útil poderlo utilizar desde el primer momento (suele llegar con suficiente batería) tanto para poder comunicar nuestra llegada en casa como para poder aclararnos con los primeros trenes y metros. Un mismo pocket wifi sirve para 10 dispositivos diferentes, puedes solicitar una batería extra, aunque también puedes cargarlo con cualquier batería externa que lleves para cargar tu móvil. Un pocket wifi para 7 días cuesta aproximadamente unos 57€. Lo puedes utilizar hasta el último momento de tu viaje ya que se devuelve en un buzón de correos disponible en cualquier aeropuerto.
Hoteles
A la hora de reservar hoteles en Japón conviene tener en cuenta algunos detalles. Como ya os habrá contado algún viajero con anterioridad, este país no se caracteriza por la amplitud de sus estancias (ya sea habitaciones hoteleras o pisos), especialmente en ciudades con gran densidad de población como Tokyo. Si no os fijáis a la hora de reservar os encontraréis con una habitación minúscula en la cual a duras penas os podréis mover o incluso abrir vuestra maleta. Por este motivo os aconsejo leer bien las características de las habitaciones y si es posible reservar una opción superior (el precio entre una habitación doble estándar y una doble superior no varía demasiado y una vez allí agradeceréis el espacio extra). En nuestra experiencia en Japón, salvo el hotel de Kyoto cuyas habitaciones estándar eran grandes, en el resto de hoteles en los que nos hospedamos reservamos habitaciones superiores y aun así tuvimos problemas de espacio.
Otro consejo que os resultara útil a la hora de elegir vuestro hotel es respecto a su ubicación. Aunque el primer impulso que tenemos todos es el de buscar un hotel muy céntrico, y si su precio es demasiado elevado, elegir alguno cerca de alguna de las estaciones de metro principales, en el caso de Tokyo no es lo más conveniente. El tránsito en las grandes estaciones es demasiado caótico, sobre todo cuando no tienes muy claro donde ir. Mi consejo es buscar una estación secundaria pero bien comunicada, de esta forma os ahorraréis colas a la hora de subir al metro y os resultará también más fácil encontrar personal disponible para que os ayude en orientación.
El carácter de los japoneses, como seguramente no tardareis en comprobar allí, es bastante cuadriculado y el personal hotelero no es una excepción. Los horarios del check-in son muy estrictos, generalmente no te dejan entrar en la habitación antes de las 15h y el check-out suele ser antes de las 11h. Sin embargo, como os decía, también son gente muy amable, y no tendréis problemas en dejar las maletas antes de tiempo. También podréis consultar previamente con el hotel si tenéis alguna petición especial, como son tan organizados cuantas menos sorpresas les deis allí mejor ;). Nosotras, por ejemplo, la primera de las noches en Kyoto la pasamos en un Ryokan a las afueras de la ciudad. Como queríamos ir directas a algunos templos más alejados sin tener que estar pendientes de las maletas, contactamos por email previamente con el hotel de las siguientes noches para que nos las guardara el día anterior y llevar lo necesario para esa noche en la mochila al Ryokan. Cuando llegamos a dejar las maletas ya tenían prevista nuestra llegada y nuestra petición.
Nuestros hoteles
A continuación os dejo los hoteles donde nos alojamos. Como os comentaba los elegimos lo más céntricos posible para poder llegar caminando a los principales puntos de interés o con una ubicación cercana a alguna estación secundaria bien comunicada para no perder demasiado tiempo en los transportes.
En Osaka nos alojamos en el Hotel Sunroute Osaka Namba. Se encuentra muy bien situado, cerca de la zona de bares y restaurantes adyacentes al río y muy cerca de la parada de metro Nipponbashi.
En Kyoto pasamos 3 noches. La primera como os contaba fuimos a un ryokan, algo así como una posada típica japonesa situada en zonas naturales y que dispone de baños termales. También hay ryokanes lujosos en el centro de Kyoto. En general, este tipo de alojamientos resulta barato, pero vale la pena pasar al menos una noche en alguno de ellos. Nosotras estuvimos en el Ryokan Momijiya of Takao Kyoto. Para ser un Ryokan su precio era asequible e incluía cena local con espectáculo de gheisas en una bonita terraza al lado del río en un pueblecito alejado en medio de la naturaleza. Nos apetecía ver algo menos turístico y realmente fue una inmersión cultural total. Éramos las únicas occidentales del establecimiento y no entienden demasiado inglés… Las cenas en estos sitios suelen darse a las 18h, por lo que interesa llegar con antelación para cambiarse (te dejan unos kimonos en la habitación para que acudas con la vestimenta local). También incluye desayuno y traslados a alguna estación principal para poder llegar fácilmente a Kyoto.
Las dos noches que pasamos en Kyoto estuvimos en el hotel Citadines Karasuma Gojo. Fue el hotel donde dispusimos de la habitación más amplia de todo el viaje, con camas grandes e incluso una pequeña cocina. La relación calidad-precio fue realmente buena y su ubicación también, a una parada de metro de la estación central de Kyoto (parada Gojo), al lado de varias paradas de autobús, de un McDonald´s, y varios supermercados. El personal de recepción es además muy amable, al llegar nos dieron una fotocopia con el nombre y la dirección del hotel en japonés para poder coger un taxi de vuelta después de cenar. Para que os hagáis una idea, el precio del taxi desde la zona de Pontocho (zona de restaurantes y ambiente nocturno al lado del río) es de unos 5€.
Las dos primera noches en Tokyo nos alojamos en el Hotel Higashi Shinjuku. Se encuentra muy bien situado, en el barrio Shinjuku, al lado de una parada de metro pequeña, con lo que te ahorras el agobio de gente y tiene muy buena comunicación para los enlaces. Como os comentaba anteriormente, reservamos una habitación superior para tener un poquito más de espacio. Viendo la foto podéis ver que aún así sobradas tampoco íbamos. Teníamos que abrir las maletas de una en una y saltarlas cada vez que necesitábamos movernos por la mini habitación….
Antes de reservar todas vuestras noches de hotel, os recomiendo comprobar el horario de salida de vuestro vuelo de vuelta, especialmente si voláis desde Tokyo. La mayoría de los vuelos a Europa salen a primera hora de la mañana y los transportes públicos no empiezan a funcionar antes de las 5:30, por lo que si os alojáis en un hotel más o menos céntrico y no lo tenéis en cuenta, el taxi de traslado al aeropuerto os puede costar 200€. Tokyo es una ciudad enorme y moverse y enlazar metro y tren es un proceso bastante lento y más con maletas, por lo que conviene ir con suficiente margen de tiempo. En nuestro caso, el vuelo a París salía a las 7:30am, por lo que decidimos evitarnos sustos reservando para nuestra ultima noche el Hotel Mystays Kamata, situado en las afueras de Tokyo, cerca y bien comunicado con el aeropuerto. El barrio donde se encuentra es tranquilo con varios restaurantes y supermercados y una parada de tren próxima. Delante de esta estación salen los autobuses al aeropuerto, su coste es de 2€ y el trayecto dura aproximadamente 20 minutos. En la recepción del hotel os facilitarán la información sobre los horarios de salida.
Traslado del aeropuerto de Osaka al centro de Osaka
Si como nosotras, iniciais vuestro viaje desde Osaka, la opción más rápida para llegar a la ciudad desde el aeropuerto es mediante el tren JR Haruka, que además está incluído en el Japan Rail Pass. Acordaos que antes de subir al tren tendréis que activar vuestro pase en la oficina de JR, la encontraréis fácilmente porque está señalizada y siempre hay bastantes extranjeros haciendo cola con el mismo objetivo. El tren a Osaka (JR Haruka), pasa cada media hora aproximadamente y tarda unos 30 minutos en llevarte a una de las estaciones principales (Osaka Tennoji) desde donde podrás hacer transbordo a la línea de metro y llegar a tu hotel. En nuestro caso, para llegar al Hotel Sunrote Osaka Namba, cogimos la línea Midosuji hasta Dobutsuen-mae, y de ahí cambiamos a la Sakaisuji hasta Nipponbashi. El mismo tren hace otra parada en Shin-Osaka, tardando aproximadamente 50 minutos en realizar el trayecto. Desde la estación del aeropuerto también encontraréis trenes directos a Kyoto.
Una vez en la estación de destino, deberéis buscar la entrada al metro y comprar el ticket. Podréis elegir entre comprar un billete sencillo por unos 230 yenes (2€ aproximadamente), o el Joint-one, un bono mediante el cual puedes utilizar todos los trenes, buses y tranvías dentro de los límites metropolitanos de Osaka durante 1 día cuyo precio es de 850 yenes (7€ aprox). Con el Japan Rail Pass, tienes acceso libre a la línea circular de metro de Osaka pero utilizando estas otras líneas el recorrido era más rápido y nos dejaba al lado de nuestro hotel. Nosotras nos decidimos por el billete sencillo porque para el recorrido que teníamos en mente para ese día no nos compensaba el bono.
Para ahorrarte colas…
Si tu recorrido por Japón incluye Osaka, una de las cosas que puedes visitar es el Mirador Harukas 300. Se encuentra situado en el edificio más alto habitado de Japón, el Abeno Harukas y ofrece una buena vista panorámica de la ciudad. Las entradas para este mirador pueden comprarse con antelación por internet ahorrándote colas y también consiguiendo un mejor precio. La entrada cuesta unos 1400 yenes (12€ aprox). Si no vas a pasar mucho tiempo en la ciudad, es una buena forma de conocer su extensión y sus contrastes.
No puede faltarte en la maleta…
Para este viaje considero imprescindible un buen repelente de mosquitos. La mayoría de templos se encuentran alejados de las ciudades, en plena naturaleza donde abundan los insectos por lo que os recomiendo llevarlo siempre encima, incluso durante el día. Nosotras llevamos repelente de países tropicales Goibi extrem y parches para la ropa.
También, como en cualquier viaje intercontinental, conviene ir bien provisto de medicinas. Allí los medicamentos tienen diferentes nombres y composiciones y además entenderse con el farmacéutico teniendo los prospectos en japonés puede resultar una odisea… Un pequeño botiquín con cosas básicas no ocupa mucho y te evita preocupaciones.
Una batería externa (power bank) también os servirá de gran ayuda, tanto para cargar el móvil durante el día como el pocket wifi.
Por supuesto, necesitareis también un adaptador de enchufes tipo A (el de dos patitas). El voltaje además es inferior al nuestro.
Aplicaciones útiles
Hyperdia: aplicación que contiene información sobre horarios y estaciones de salida y llegada de trenes. Siempre hay más horarios disponibles de los que salen pero es muy buena guía para orientarte sobre las formas de llegar a los diferentes sitios, las escalas que tienes que hacer, cuales son los trenes más rápidos y cuales están o no incluidos en el Japan Rail Pass
Maps me: muy útil para descargar antes de llegar a Japón los mapas de las ciudades y poderlos utilizar allí sin internet. Al tener el pocket wifi es menos importante pero siempre va bien tenerlos por si falla.
Google maps: con el pocket wifi podreis funcionar perfectamente siguiendo el famoso puntito azul del google maps.
Google traductor: la verdad es que no funciona demasiado bien con el idioma japonés, pero de algún apuro te puede sacar especialmente para aclararte con la comida en algún pueblecito menos concurrido por los turistas.
icurrency: para ayudarte a calcular el cambio de divisa.
Consejos útiles una vez allí
Japón es un país especial con una cultura muy distinta a la nuestra y un carácter peculiar. Por eso es difícil que este viaje te deje indiferente. Sin embargo, si es tu primera experiencia en el país, los primeros días puedes sentirte algo perdido con sus costumbres y hábitos. Por eso os comparto algunos consejos que creo que os pueden resultar prácticos.
Como ya os he dejado caer anteriormente, la mayoría de los japoneses no entienden o se defienden demasiado bien en inglés. Os será muy útil llevar la dirección y el nombre del hotel escrita en ambos idiomas por si tenéis que coger un taxi o necesitáis que os echen una mano para orientaros. Si reserváis los hoteles a través de la web de booking, recibiréis la confirmación en ambos idiomas. Aunque también podéis pedir una tarjeta del hotel cuando lleguéis.
Resulta bastante sorprendente hoy en día, pero no aceptan tarjetas de crédito para pagar los billetes de transporte (metro, autobús) y tampoco en muchas tiendas pequeñas, algunos supermercados y establecimientos de comida rápida. Os aconsejo que cuando cambiéis los yenes, pidáis billetes pequeños para que no tengáis que ir cambiando constantemente.
La compra de billetes de transporte suele ser un poco agobiante hasta que «le pillas el punto». En los autobuses los billetes se tienen que pagar con importe exacto. Para conseguir cambio, encontraréis unas máquinas automáticas de cambio de billete por monedas tanto en los centros comerciales como en el mismo autobús, al lado del conductor. Si al subirte al autobús no llevas el importe justo, conviene que te acerques a cambiar tu billete enseguida de forma que cuando vayas a bajarte puedas abonar tu ticket sin crear retrasos porque se ponen muy nerviosos…
Los billetes de metro, se pagan con monedas también en las máquinas que hay antes de pasar los controles. Hay varios tipos de máquinas, pero todas tienen un botón (generalmente arriba a la izquierda) para cambiar el idioma. El primer día lo más fácil es pedirle a algún amable joven japonés que encontréis (joven más que nada porque tienes más probabilidades de que te entienda en inglés) que os ayude a sacar los billetes poniendo la pantalla en vuestro idioma. Así aprenderéis más rápido y ya lo tendréis controlado para el resto del viaje. Comprobaréis enseguida que la gente es muy agradable y está siempre dispuesta a echarte una mano. De hecho, aunque no sepan o puedan ayudarte suelen quedarse contigo hasta que consigues solucionar tu problema, y entonces se van tranquilos y sonrientes.
En cuanto a los horarios de buses y metros, generalmente funcionan de 5am a 24h, pero pueden variar según la temporada y la ciudad. Es importante tener siempre presente que los japoneses son hiperpuntuales, eso significa que los trenes e incluso los autobuses de línea pasan exactamente en el minuto indicado y no esperan ni dos minutos de rigor.
Siguiendo con el tema de los transportes, que es el que más quebraderos de cabeza suele conllevar, las paradas de autobús no siempre se encuentran en el punto exacto donde se marcan en los mapas. Como si no tuviéramos bastante dificultad con el idioma y el sentido de la conducción (en Japón se conduce por el lado izquierdo de la carretera)… Sobre todo en Kyoto, hay que fijarse bien en los postes informativos de las paradas, donde suele estar indicado con letras (además de números). Si no coincide con tu autobús, busca un poco más adelante en la misma acera.
Generalmente los trenes del Japan Rail Pass no suelen ir con reserva de asiento. Para los trenes locales y regionales no hace falta ni siquiera sacar el billete, simplemente se enseña el pase a los empleados que están controlando el acceso y te dejan pasar sin problemas. Sin embargo, en algunas estaciones (principalmente en Tokyo), encontraréis unas maquinas para reservar asiento sin gasto adicional para los trenes JR. Están indicadas como “Midori no Madoguchi». Pero, como antes os he aconsejado, hasta que les pilléis el truco a las maquinitas en general os aconsejo buscar a alguien que os eche una mano para no perder demasiado tiempo peleando con ellas 😉
Para los trenes de larga distancia deberéis acudir a las taquillas para que os saquen el billete. Mi consejo es que si tenéis suerte y os atiende alguien que se apañe más o menos con el idioma, aprovechéis para que os saque el resto de trenes largos que vayáis a necesitar. Así no tendréis que llegar con tanta antelación a las estaciones.
Con el Japan Rail Pass no dispondréis de un billete semejante al del resto de pasajeros, por ello no podréis salir de las estaciones o acceder al metro a través de las máquinas de control de paso habituales. Deberéis buscar siempre la salida con personal asistente. No os preocupéis porque en las salidas principales siempre hay alguien pendiente.
Para facilitaros la toma de contacto con el país, os dejo aquí el simbolito de la salida: 出 es como un tridente, viene bien saberlo identificar para poder salir sin dar vueltas innecesarias de las estaciones …
Cuando hagáis las excursiones a los templos de pueblos algo alejados, conviene que paséis por la oficina de turismo que se encuentra en todas las estaciones de tren. En ellas os facilitarán mapas de la zona y os informarán de los horarios y transportes que podéis utilizar para llegar a los puntos de interés de la zona. También os aconsejarán según el tiempo del que dispongáis que os conviene visitar. Puede que al ver cola de gente os de pereza esperar para obtener esta información, pero son muy eficientes y ágiles y no tardaréis en ser atendidos.
Si tenéis previsto visitar algún ryokan, avisaros que no permiten la entrada a los baños con tatuajes. Si lleváis alguno lo mejor es que intentéis taparlo discretamente con alguna cinta adhesiva. Los ryokanes además disponen de un baño para las mujeres y otro para hombres porque se bañan totalmente desnudos. Si quieres disfrutar de un baño en pareja, tendrás que reservar una habitación con baño termal aunque son considerablemente más caras. Como comprobaréis son gente extremadamente limpia. Antes de acceder al baño se lavan minuciosamente (tendréis a vuestra disposición todo tipo de champús, cremas acondicionadoras, geles limpiadores…). Después de disfrutar del baño termal, vuelven a repetir la operación antes de irse con su kimono puesto. Aunque existen ryokanes en los cuales te bañas directamente en zonas naturales (arroyos, lagos…), generalmente son unas bañeras o tinajas grandes situados frente a un ventanal abierto a la naturaleza.
En caso de que utilicéis las taquillas de las estaciones (nosotras las usamos en varias ocasiones para descargar algo de peso durante las excursiones), os aconsejo que os fijéis muy bien en su ubicación (especialmente en la de Kyoto). Por lo visto es un servicio ampliamente utilizado y tienen varias áreas dedicadas a ello. Las estaciones son mucho más grandes de lo que parecen y puede costarte encontrar de nuevo tu taquilla.
En cuanto al trato con los japoneses, advertiros que no les gusta nada el contacto físico. No me refiero a tirarles los trastos, sino al contacto cotidiano accidental. Observareis como conductores y cajeros de supermercados y tiendas, suelen llevar guantes. A pesar de eso, si los rozáis con la mano sin querer al pagar les sentará mal.
La propina es un tema muy sensible también para ellos. Está muy mal visto y lo consideran una falta de respeto por creerte superior a ellos dejándoles dinero. De modo que aunque sea poco lo que tengan que devolver, espera pacientemente a que te traigan el cambio y te despidan con una sonrisa.
Con referencia a la comida, las cartas de los restaurantes son complicadas de entender, pero la gran mayoría de los establecimientos tienen un escaparate con sus platos reproducidos o tienen fotos de los platos con sus nombres. Si vais a algún restaurante de sushi giratorio, sabed que generalmente tienen platos fuera de carta, muy buenos también.
Os sorprenderá también que muchos restaurantes se encuentran en pisos altos de edificios que no necesariamente son centros comerciales. Veréis las placas con los nombres en la puerta, pero sinceramente, a no ser que te lo hayan recomendado veo muy difícil que puedas encontrarlo sin indicaciones. Muchas veces os encontraréis cola de gente esperando para subir en el ascensor y al llegar arriba, la cola sigue a través de un pasillo donde suelen poner sillas y la gente se va pasando de una a otra a medida que va avanzando. Es curioso ver lo ordenados que son hasta para guardar colas.
Otra de las cosas que me llamó la atención es que no está permitido comer ni beber en los parques y jardines salvo en las zonas delimitadas o restaurantes. De hecho en el parque Yoyogi de Tokyo además se prohibía desde lo típico como tirar papeles o fumar hasta jugar, correr e ir en bici.
Algo que vuelve loco a todo turista hasta que se adapta es la costumbre que tienen los japoneses de acortar sus palabras. Por ejemplo, el famoso barrio de la electrónica Akihabara, es más conocido como Akiba, o el barrio americano de Osaka Americamura, como Amemura. Así que cuando veas palabras que se parecen plantéate que puede estar refiriéndose a lo mismo.
De todas formas estas peculiaridades de la cultura nipona hacen que este viaje resulte aún más interesante y enriquecedor. Estoy segura de que volveréis encantados con este país y sus gentes y con la maleta llena de buenos momentos y de graciosos anécdotas que no olvidaréis.
En breve compartiré los posts de nuestra ruta por Japón. Espero que os sirva y que disfrutéis del viaje tanto como nosotras.
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