Lo que empezó siendo un pequeño asentamiento beduino en el desierto de Arabia a orillas del golfo pérsico, dedicado principalmente al pastoreo y al comercio marítimo de perlas, se ha convertido en una de las ciudades más impactantes del mundo. La naturaleza inquieta de este pueblo junto su excelente situación geográfica, los empujó a iniciar rutas comerciales con China, Pakistan e India. El auge económico que consiguió alcanzar despertó el interés de pueblos adyacentes y otros imperios lejanos que pugnaron por arrebatarles las rutas comerciales establecidas. De esta forma, Dubái permaneció bajo el protectorado británico durante casi dos siglos. En su historia más reciente, el hallazgo de yacimientos petrolíferos dio un empujón a su economía, que acertadamente invirtió en grandes infraestructuras introduciendo al emirato en la era moderna. Del mismo modo, la constitución de la federación de Emiratos Arabes Unidos la situó entre las ciudades-estado más estables políticamente dentro del mundo árabe. El instinto comercial de los dubaitíes les incitó a ampliar sus fuentes de ingresos evitando depender únicamente del valioso oro negro. Se creó una zona franca, se impulsaron las grandes construcciones, y se invirtió en telecomunicaciones, turismo, aviación y comercio. Hoy en día es tierra de oportunidades, con una de las menores tasas de paro y un elevado porcentaje de extranjeros viviendo entre sus gentes, lo que aporta un aire internacional a una moderna ciudad que, a pesar de todo, mantiene sus costumbres más tradicionales.
Actualmente, el aeropuerto internacional de Dubái es uno de los mas transitados del mundo, sirviendo de base para un gran número de vuelos que parten desde Europa con destino a Asia y recientemente también al continente Americano. Emirates Airlines, la compañía de aviación estrella de Oriente Medio, pone facilidades para aquellos viajeros que decidan alargar sus escalas en la ciudad para fomentar el turismo en el emirato. Sin duda, si es vuestro caso os recomiendo aprovechar esta oportunidad puesto que en un día o día y medio puedes recorrer fácilmente los puntos más relevantes de Dubái, haciendo un interesante y reparador alto en tu viaje intercontinental y recorriendo una ciudad muy singular.
DUBÁI EN DÍA Y MEDIO
Las vistas desde el avión ya son un preludio de lo que te espera en Dubái, un sinfín de rascacielos con formas muy originales, alternados con zonas de casas residenciales más bajas, barrios antiguos con desordenadas callejuelas, canales y puertos deportivos y una impresionante red de carreteras y circunvalaciones, todo ello a un pequeño paso del enorme desierto que parece querer invadir de arena la imponente ciudad.
El golpe de calor que te sorprenderá al salir de este aeropuerto es una de esas sensaciones que no se olvidan, instintivamente te girarás en busca de la fuente de calor, dudando que semejante temperatura se pueda alcanzar de forma natural.
Una vez aterrizado y aclimatado a las cálidas temperaturas del país, te aconsejo sacudirte el cansancio del viaje con una rápida ducha en tu hotel situado en Downtown, cerca del Burj Khalifa y del impresionante Dubai Mall. Esta zona te servirá de centro de operaciones ya que se encuentra muy bien ubicada y comunicada con los principales puntos de interés de la ciudad. Coge un taxi y dirígete a la Marina, aprovecha la “Happy Hour” del Observatory Bar del Hotel Marriot Harbour para tomarte una copa mientras ves atardecer sobre la famosa palmera de Jumeirah, una isla artificial en forma de palmera datilera con una media luna como rompeolas, que prácticamente duplica la superficie costera de la ciudad albergando hoteles de lujo y una zona residencial con puertos deportivos y áreas comerciales. Cuando haya caído la tarde y haya refrescado un poco, sal a estirar las piernas disfrutando de un tranquilo paseo por el Marina Walk, uno de los puertos artificiales más grandes del mundo con un canal central de 3km flanqueado por numerosos y originales rascacielos entre los cuales podréis distinguir fácilmente uno de los monumentos más fotografiados de Dubái: la mezquita de Jumeirah, lugar de culto de la fe musulmana de gran relevancia en la ciudad, y el único que permite el acceso a los no creyentes. Impresionantes yates, y una amplia variedad de bares y restaurantes actuarán como telón de fondo de esta agradable caminata que seguramente harás acompañado por el elegante canto del muecín de la cercana mezquita y que puedes terminar con una deliciosa cena en alguno de los restaurantes con vistas al canal del edificio Pier 7.
Empieza el nuevo día subiendo al mirador del imponente Burj Khalifa, hasta el momento el edificio más alto del mundo, descubrirás como a esa escandalosa altura se pierde incluso la sensación de vértigo. Distinguirás las diferentes zonas de la ciudad, el centro salpicado con numerosos rascacielos y nuevos edificios en construcción que intentan rivalizar en altura y diseño, el área correspondiente a los barrios más antiguos con pequeñas y desordenadas construcciones, el desierto a poca distancia de donde terminan los barrios residenciales… los días más despejados también podrás apreciar los distintos barrios modernos con sus núcleos de rascacielos y la zona del puerto. Entenderás la dificultad de encontrar las salidas en el enorme Dubai Mall al ver sus dimensiones desde las alturas, con razón es el centro comercial mas grande del mundo. Aprovecha que este mall se encuentra en la base del Burj Khalifa para echarle un vistazo antes de seguir tu recorrido por la ciudad. Deambulando por sus innumerables pasillos encontrarás un enorme acuario, una pista de Hockey sobre hielo, dos parques de atracciones, un centro médico, varias áreas de restauración y, por supuesto, centenares de tiendas de todo tipo entre las que no pueden faltar las más lujosas marcas con sus cafeterías propias.
Para vivir los contrastes de esta ciudad dirígete al barrio histórico de Al Fahidi, en Bur Dubai. Pasea entre sus reconstruidas casas de color arena y aprovecha para hidratarte en alguna de sus cafeterías antes de sumergirte en los ruidosos zocos. Puedes cruzar al barrio de Deira en una de sus barquitas tradicionales llamadas “abra”. En la otra orilla te esperan los conocidos zocos de las especias, del oro y de los perfumes. Nada tienen que ver estas pequeñas callejuelas repletas de tiendecitas de todo tipo, con sus insistentes vendedores al acecho, con la parte moderna de la ciudad. Si tienes paciencia practica el arte del regateo para llevarte algún souvenir a buen precio.
Busca un poco de calma y disfruta de unas bonitas vistas al barrio antiguo desde el bar del hotel Radisson Blue antes de acercarte a otro de los indispensables de Dubái, el Burj Al Arab, icónico edificio en forma de vela que contiene el único hotel de 7 estrellas del mundo. Haz parada en Medinat Jumeirah, un complejo moderno que recrea una aldea tradicional árabe, con su zoco, canales, hoteles, villas y restaurantes. Aprovecha para comer fresquito y disfruta de unas magnificas vistas al Burj Al Arab tomándote un café en Bahri Bar, en el interior del hotel Mina A´Salam, mucho más económico que el mirador del impresionante Burj. También puedes tomarte una copa en el conocido bar 360º , delante del famoso edificio, donde los fines de semana se dan cita los mejores DJ internacionales.
Para despedir nuestro intenso recorrido por la ciudad, vuelve al centro, si tu hotel o apartamento dispone de piscina aprovéchala para refrescarte antes de ir cuando caiga el sol a ver el espectáculo de luces y música de las fuentes del Burj Khalifa, conseguirás una buena panorámica del espectáculo desde la terraza de la tienda Apple en el interior del Dubái Mall. Después puedes seleccionar entre las múltiples ofertas gastronómicas del Mall y sus alrededores para finalizar esta corta pero intensa visita al emirato del lujo.
Y si dispones de más días….
Por supuesto, Dubai puede ser también destino para unas pequeñas vacaciones, las opciones de entretenimiento que ofrece la ciudad son inacabables: una amplia variedad de centros comerciales, impresionantes parques de atracciones, pistas de ski (sí, lo que lees, el Mall of the Emirates contiene una pista de ski de tamaño nada desdeñable con 5 recorridos diferentes según el nivel y donde puedes practicar cualquier deporte de invierno), bonitas playas, saltos de paracaidismo sobre Palm Jumeirah o en el desierto… éstas son sólo algunas de las actividades de las que puedes disfrutar en esta divertida ciudad. Y si quieres ver algo diferente puedes realizar alguna excursión al desierto o al vecino emirato de Abu Dhabi que contiene la mezquita más grande de Emiratos Árabes Unidos.
INFORMACIÓN PRÁCTICA SOBRE DUBÁI
Cómo moverte
Metro: existen dos líneas de metro que comunican prácticamente toda la ciudad, incluido el aeropuerto.
Conviene fijarse en los vagones antes de acceder a ellos puesto que algunos están reservados para uso exclusivo de mujeres y primera clase (Gold Class), generalmente son los primeros vagones.
Taxi: debido al bajo coste del petróleo en la zona, los precios de los taxis son muy competitivos, por lo que en general si vas acompañado sale bastante rentable y cómodo coger un taxi, además de muy seguro. Es necesario fijarse en que sea un taxi amarillo, con los distintivos oficiales y asegurarnos de que acepte tarjetas de crédito, puesto que todos los taxis oficiales están obligados a ello. De esta forma evitaremos problemas.
Existe también una compañía de taxis de lujo con wifi incorporado, que en más de una ocasión ha supuesto inconvenientes a los viajeros debido a que prácticamente obligan a los clientes a dar una vuelta turística por la ciudad sin haberlo solicitado y por supuesto cobrándole una considerable cantidad por ello. Se distinguen fácilmente porque son coches lujosos con los cristales tintados y suelen remitirte a ellos los empleados encargados de organizar el tránsito de taxis en las salidas del aeropuerto o en los hoteles, imaginamos que por recibir algún tipo de comisión.
Para que os hagáis una idea, el precio aproximado de un taxi del aeropuerto al centro (al lado del Burj Khalifa) son unos 17€ y del centro al hotel Marriot harbour en la Marina (20km) son unos 15€.
Traslado al aeropuerto: el metro desde y hacia el aeropuerto tiene paradas en las terminales 1 y 3, con un coste aproximado del billete al centro de unos de 2€ y un amplio horario de servicio. Desde la T2 puedes coger un bus de línea hasta la T1 y de ahí el metro al centro. En los kioscos de revistas del hall de llegadas del aeropuerto podréis adquirir las tarjetas y bonos de metro. Un taxi de puerta a puerta sale por 17€, por lo que si vas cargado y cansado te compensa.
Dónde alojarte
Mi recomendación si sólo vas a pasar un día en la ciudad es alojarte en la zona centro, conocida como downtown, ya que desde allí tendrás fácil acceso a todos los puntos de interés de la ciudad. Los apartamentos son muy buena opción, suelen ser amplios, con muy buenas vistas y algunos disfrutan de piscina en el edificio. Otra opción interesante para alojarse puede ser la Marina, que aunque esté más alejada está bien comunicada y ofrece muchas opciones de ocio y restauración.
Nuestro apartamento lo reservamos a través de Booking, era el Dream Inn Dubai Apartments, 48 Burj Gate. Os dejo el enlace por si os interesa, pagamos 280€ en total (incluyendo la tasa local y los impuestos) 2 noches, 3 personas y el apartamento estaba genial, disponía de cocina, dos baños, una habitación doble y un comedor con sofá-cama, además de unas vistas impresionantes al Burj Khalifa y una piscina de uso comunitario. Su ubicación además era excelente, al lado de una parada de taxis, de la salida del metro y de la entrada al túnel que comunica con el Dubái Mall y el Burj Khalifa.
Datos prácticos:
Las distancias son muy grandes en esta ciudad, conviene tenerlo en cuenta especialmente si sólo disponéis unas horas de escala en ella antes de volver al aeropuerto. Únicamente atravesando el Dubai Mall ya vais a consumir bastante tiempo aunque vayáis rápido. Las salidas no están muy bien señalizadas y el complejo es enorme.
De la estación de metro del Burj Khalifa hasta el Dubai Mall o el mismo edificio hay una larga pasarela para evitar la caminata a pleno sol.
Burj Khalifa: existen dos miradores en el impactante Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo. Los precios dependen de la altura que elijas y del horario, generalmente son más caros a la hora del atardecer. Los precios para el primer mirador, piso 124 y 125, parten desde los 30€ aproximadamente, y para el segundo mirador, situado en el piso 148, desde los 85€ (en este caso la entrada incluye también el mirador inferior). Conviene reservarlos con antelación vía online porque suelen agotarse las entradas más económicas, además de ahorrarte considerables colas de acceso.
Aunque el edificio es fácilmente identificable, la entrada no está demasiado indicada por lo que conviene llegar con tiempo.
Espectáculo de las fuentes de Dubái: para aquellos que hayan visitado previamente las Vegas, encontrarán cierto parecido entre ambas ciudades. Las dos han sido construidas ganando terreno al desierto y poseen llamativas construcciones, cada una en su estilo, que parecen pedir a gritos la atención del mundo entero. Otra curiosa semejanza son los espectáculos de luz y sonido ofrecido en sus correspondientes fuentes, la del hotel Bellagio de Las Vegas y la del Burj Khalifa en Dubai. No es casualidad, ambas fuentes han sido diseñadas por los mismos ingenieros, siendo, como cabía esperar, la de Dubai un 25% más extensa que su hermana norteamericana. En el caso que nos ocupa, el espectáculo tiene lugar en la piscina del Dubai Mall situada frente al edificio Burj Khalifa cada 30 minutos de 18 a 23h todos los días, y por las mañanas a las 13 y 13:30 todos los días, excepto los viernes que tiene lugar a las 13:30 y a las 14h.
Mezquita de Jumeirah: uno de los centros de culto islámicos más importantes de la ciudad y el único que admite la entrada de visitantes ajenos a su religión. El centro para el entendimiento cultural de Sheikh Mohammed (SMCCU) ofrece visitas guiadas a las 10am todos los días, excepto los viernes, donde se explica la cultura y creencias de los Emiratos Árabes Unidos. No es necesario reservar pero sí llegar al menos con 15 minutos de antelación. La visita dura aproximadamente una hora y cuarto y se paga una entrada simbólica.
El tiempo:
Yo sinceramente, después de mi experiencia desaconsejaría visitar la ciudad en agosto, el calor es abrasador y el porcentaje de humedad muy elevado lo que hace difícil hasta respirar, te sientes como si pasearas en el interior de un inmenso baño turco y hasta las gafas de sol se empañan al salir a la calle. Es cierto que no me arrepiento de haberlo visitado, aunque fuera con ese calor, pero si volviera sin duda intentaría evitar ese mes. A partir de septiembre las temperaturas son mucho más llevaderas.
En cuanto a vestuario, al tratarse de un país musulmán bastante conservador es aconsejable vestir con respeto. No significa que tengas que ir tapada si eres mujer, pero no es necesario ir con mini vestidos. Os aconsejo además llevar siempre alguna chaqueta para evitar pasar frío en los espacios cerrados en los cuales suelen tener el aire acondicionado trabajando a toda máquina.
Wifi:
Prácticamente en todos los centros comerciales, hoteles, bares y restaurantes hay red wifi gratuita disponible para los clientes.
Moneda:
La moneda oficial de Dubai es el dírham de los Emiratos Arabes Unidos, que corresponde aproximadamente a 0.25€. Prácticamente en todos los establecimientos, taxis y máquinas de venta de billetes de transporte público aceptan el pago con tarjeta de crédito.
Únicamente en los zocos podrás obtener mejores oportunidades pagando en la moneda del país.
Enchufe:
Los enchufes en Dubái son de tipo G (3 patitas) por lo que necesitarás un adaptador para cargar tus aparatos electrónicos.
Donde comer:
Marina Jumeirah:
Encontrarás numerosas ofertas gastronómicas a lo largo del Marina Walk. También el hotel Marriot Harbour tiene una parte de restaurante justo al lado del bar Observatory.
El edificio Pier 7 ofrece también buenas opciones. El restaurante Asia Asia y el Fume, son de los más recomendables de la ciudad aunque no son aptos para todos los bolsillos. En el mismo edificio, el Atelier, Cargo o Scene aunque no son tan espectaculares son buenas alternativas. Y si después de la cena seguís animados el último piso alberga el Atelier M, un pub- discoteca.
Nosotras optamos por el restaurante Atelier, sirven comida internacional y está bastante bien. Para su localización, las vistas y los precios de Dubái no estuvo mal, salimos a unos 35€ por cabeza sin pasarnos de comida.
Medinat Jumeirah:
En este enorme complejo que recrea una antigua aldea árabe encontraréis todo tipo de ofertas gastronómicas y bares. En nuestro caso no acertamos con la elección puesto que nos quedamos en Perry & Blackwelders, una hamburguesería tipo americano que nos salió bastante caro para lo que comimos.
Deira:
En el barrio de Deira, un poco alejado de los zocos y a la orilla del río encontramos el hotel Radisson Blue. Una buena opción tanto para tomar algo de día en el bar del hotel, con buenas vistas al creek, como para cenar en su restaurante situado en una antigua barca restaurada atracada justo enfrente.
Dubai Mall:
En este inmenso centro comercial encontraréis diferentes áreas dedicadas a la restauración, con una zona de comida rápida y otras secciones dedicadas a restaurantes más o menos elegantes. En la gran mayoría de ellos no sirven alcohol. Nosotras cenamos en P.F. Chang, una cadena estadounidense de comida asiática que ya habíamos probado en anteriores viajes y nos salió muy bien de precio. También en las inmediaciones del mall hay interesantes opciones gastronómicas.
Dónde beber:
Como os he comentado, Dubái es un emirato musulmán que sigue fielmente las normas del islam por lo que os encontraréis que la mayoría de cafeterías y restaurantes no sirven alcohol ni platos que contengan en su elaboración cerdo. Sin embargo, debido a la cantidad de extranjeros que viven y trabajan allí y al turismo que acogen, los hoteles y determinados restaurantes disponen de licencias especiales para servir bebidas alcohólicas. El consumo de alcohol no resulta especialmente barato, pero si os apetece una cerveza, una copa o un cocktail podréis aprovechar las numerosas «happy hour» y ofertas especiales que ofrecen la mayoría de los hoteles y bares de moda (generalmente de 17 a 21h).
En la marina
Bar observatory: el bar-mirador de la última planta del hotel Marriot Harbour es una buena opción para disfrutar del atardecer en Dubái con unas espectaculares vistas a la famosa Palm Jumeirah. Ofrecen happy hour de 17 a 21h y tienen también una parte de restaurante en la misma planta.
Atelier M, en la última planta del edificio Pier 7 encontraréis este club dependiente del restaurante con el mismo nombre situado en el piso inferior. En él podéis tomar algo antes de cenar o bailar en su discoteca al terminar. Suelen hacer ofertas de «happy hour» o noches de chicas con descuentos especiales y noches temáticas.
Otros bares donde picar algo o salir de copas: Lock, Stock and Barrel JBR y Budha Bar.
En medinat jumeirah
En Bhari bar podréis tomaros un gin tonic con vistas al impresionante hotel Burj al arab. Digo Gin tonic, porque en este bar te cobran lo mismo por una copa que por un café… 9 euritos….
El bar 360º al aire libre también dispone de unas bonitas vistas al Burj Al Arab, y los fines de semana DJ internacionales animan el ambiente.
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